martes, 30 de marzo de 2010

PISCINA NATURAL

Cada piscina es un mundo, por eso cuando se planifica es muy importante realizar un detallado estudio de las condiciones del lugar, especialmente las climatológicas, el tipo de filtración y decantación, las plantas acuáticas depuradoras y oxigenantes que se deben instalar y si conviene o no, colocar peces y ranas en la zona de depuración. Incluso hay que tener en cuenta la vegetación de la que disponemos en las zonas de sombra y en las zonas soleadas. Esto condiciona totalmente en que sentido debe recircular el agua.

Básicamente se debe realizar una excavación en tamaño y forma según su deseo. Elegir un lugar accesible, soleado y lejos de los árboles para que el estanque no se llene de hojas. Mantener el agua limpia impide que pueda cambiar rápidamente la acidez del agua, exterminando la flora y fauna.

Una piscina exige un sector profundo al menos de 150 cm a 220 cm con las paredes verticales. Es mejor excavar la pendiente con un gradiente suave que vaya desde lo pando o somero hasta una profundidad de un metro y medio, sin declives abruptos. Esta profundidad es necesaria cuando en el verano se calienta el agua superficial, entonces los peces buscan el agua más fresca del fondo.

El método más sencillo es cubrir primero el fondo con arena, justamente este sedimento de una granulometría máxima 2 milímetros de diámetro, protegerá la base del film, se escurre y se acomoda lentamente evitando los daños por rugosidades.

Todo ello debe impermeabilizarse por medio de una recaudación de goma con un liner. El sector de natación deberá ser de mínimo 25 metros cuadrados para una superficie total mínima de 50 metros cuadrados. Las paredes internas deberían construirse en materiales ecológicos dentro de lo que cabe como el plástico reutilizado, la piedra, la madera de construcción o los bolsos geotextiles. Como actuarán como estructura de retención para el material y las plantas en la zona de regeneración, deberán fabricarles cuidadosamente. Las paredes habitualmente cubren y deberían terminarse 10 cm debajo de la superficie del agua para mantener el efecto visual de una piscina.

En el mejor de los casos el encapotamiento debería colocarse detrás de la pared (pero en algunos casos pasa sobre la pared) y garantizar que se oculta y protegido. El agua llega por el substrato en la zona de regeneración y por la canalización encargada por la bomba. El agua se toma también por medio de la desnatadora exterior a la bomba donde de nuevo se filtra antes de la devolución en el fondo de la zona de natación. La zona de regeneración debe ser del mismo tamaño que la región de natación y tener una profundidad mínima de 30 cm de agregado.

Esto se hace para impedir las filtraciones del agua hacia las capas geológicas inferiores, de las cuales desconocemos sus porosidades y permeabilidades, el fluido puede canalizarse en forma subterránea hacia un antiguo pozo ciego o seguir en forma lateral alguna cañería. El agua siempre se abre paso.

El film plástico debe sujetarse bien firme por los bordes con rocas o ladrillos.

En la medida que vaya llenando con agua su laguna artificial, la lámina va a tomar la forma del fondo lentamente acomodándose gracias a la arena, que actúa de colchón.

Finalmente se recortan los extremos plásticos dejando unos 30 cms. desde el borde de la excavación, enterrando un poco el film y cubriéndolo en su totalidad con rocas de distintos colores y tamaños como componente ornamental, orlando el estanque.

Existen innumerables sistemas de piscinas naturales y en cada clima hay que adaptarlo a las condiciones del lugar. La zona reservada para nadar debe tener como mínimo 30 m2 a la que hay que sumar el mismo espacio para la zona de regeneración, que en este caso va en los márgenes. Como lo que se pretende es imitar a la naturaleza es necesario poner el agua en circulación mediante un sistema de tuberías, bombas y cascadas, como en un río de verdad.

La pieza más importante de esta instalación es el estanque secundario de purificación que sirve de biotopo de limpieza. Desde el punto más profundo del estanque para bañarse hay una tubería que llega al estanque secundario, en el cual se halla una fosa de 2,5 m de profundidad, para ello se puede utilizar una pieza prefabricada. La tubería entre el lugar de baño y el estanque secundario sirve de desagüe y tiene que estar en el punto más profundo porque es allí donde se acumulan las impurezas que se han de trasportar a la fosa. En ésta, las partículas pesadas bajan al fondo mientras que las plantas filtran las partículas flotantes. Algunas plantas, como los juncos y los jacintos tienen una capacidad especial para la filtración, lo mismo que algunas plantas flotantes y subacuáticas, como hidrocaris o lenteja de agua. Este agua purificada se bombea a través de una tubería hasta la fuente del estanque principal, donde el círculo se cierra. Estos sedimentos se van convirtiendo en fangos, que hay que extraer del estanque secundario cada dos años.

El estanque debe parecerse lo más posible a un lago natural, con poca profundidad en los márgenes que va aumentando hacia el centro.

En algunas piscinas naturales, las plantas rodean el sector de natación pero en las pequeñas piscinas, es mejor establecerlos por una parte con el fin de evitar un efecto de estrechamiento. Allí donde el espacio no es un problema en sí, una alternativa consiste en crear una segunda piscina, hacia arriba para permitir al agua pasar en la zona de natación utilizando por ejemplo un salto de agua y una bomba. Muchas plantas no soportan el movimiento del agua, por esto es necesario separar la zona de baño del lugar donde están las plantas. Se consigue con ladrillos, sacos de yute rellenos de arena colocados directamente encima del impermeabilizante, madera, etc.

A los pocos días comenzará a surgir la vida, verá insectos y larvas acuáticas, no podrá ver el plancton ni los huevos diminutos traídos en las patas de las aves, pero estos se encuentran. Las esporas de las algas vendrán con el viento, lo mismo que el polvo y el polen que irán construyendo el suelo natural del estanque.

Puede colocar macetas hundidas con suelos ricos para el arraigo de plantas acuáticas de fondo que junto con los vegetales flotantes, darán oxígeno, nutrientes y frescura al agua.

Los peces con sus deyecciones darán nutrientes a las plantas, y se irá de cerrando el circuito de la biosustentación o equilibro biológico sustentable.

Aquí no utilizamos agua con cloro ni filtros, las plantas y la vida animal son las que se encargan de filtrar y depurar.

Tendrá que mantener el nivel líquido del estanque según la evapotranspiración que haya en su zona, retirar las hojas de los árboles y los animales acuáticos muertos, para mantener un equilibrio e impedir que el agua se descomponga.


MANTENIMIENTO
Aunque la instalación de una piscina convencional y otra natural cuesta casi lo mismo, la mayoría de los propietarios opinan que los costes se reducen –no hay que comprar productos químicos– y tienen menos mantenimiento, que además, pueden hacer ellos mismos.
Es un auténtico trabajo de jardinería tener una piscina natural limpia; una labor sencilla, agradable y que no requiere mucho tiempo. Los posibles mosquitos dejan de ser un problema pues son los propios depredadores –ranas, pájaros y murciélagos– los que se encargan de tenerlos a raya. Incluso existen sistemas de limpieza automáticos de forma que sólo hay que limpiarla tres veces al año: la primera semana de abril, en julio y en septiembre.

La ventaja de su fácil mantenimiento es destacada ya que no hay que cambiar el agua -sólo reponer la que se evapora-, su limpieza sin productos químicos, su disfrute todo el año porque en invierno parece un estanque... Evitando el inconveniente del mantenimiento que encuentran los propietarios de una piscina tradicional: Regulación del pH, la adición de productos químicos que irritan piel, mucosas y ojos, el ruido que provoca la depuradora funcionando constantemente, la limpieza del fondo.

TAREAS DE MANTENIMIENTO
En verano, en los días calurosos, hay que rellenar la piscina para que las plantas de los borde sigan recibiendo su aporte de agua.
En otoño es necesario recoger las hojas secas que caigan al agua.
En invierno existe el problema de congelación y las nevadas. Este problema se puede atajar con un pequeño rompehielos.

Del blog de la Piscina Natural.